Heredero de una antigua tradición, el café (qahwa) es originario de Etipía, se extendió por todo el mundo árabe, incluídos Egipto y Turquia, sitios donde se prepara mediante una técnica similar, pues se le añaden especias como potenciadores y aromatizantes. La base de dicha técnica es la infusión, que consiste en sumergir la mezcla a la acción del agua caliente sin llegar a la ebullición.

Los historiadores consideran que el café se extendió a trevez de Egipto mediante los místicos sufíes islámicos. A finales del siglo XVII, El Cairo ya contaba con 643 Bayt Qahwa, cafeterias que se convirtieron en una especie de centros culturales y de reunión, por lo que el consumo de café se convirtió en un evento social importante para los egipcios, quienes como en el resto del mundo, se reunían para conversar sobre sus preferencias literarias y políticas. Tambíen para jugar y escuchar música e incluso fumar.

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